Alberto se hace con la pole del Gran Premio de Bahréin. Con esta pole el segundo piloto de Sauber suma un punto que le permite mantenerse 3º en la clasificación general, pero algo más, Alberto logra una de esos pequeños éxitos personales que hacen grandes a los pilotos: lograr la primera pole de su palmarés.
Sin duda esta pole es la confirmación de lo que vimos en las dos primeras carrera: el piloto de Sauber se está convirtiendo en uno de los mejores, y va a ser un duro hueso de roer según avance el mundial.
La maldición de tirar el primero: para seguir con el maleficio de los poleman, Alberto falla su primera tirada en carrera saliendo desde la pole, liderato que ya no recupera en ninguna de las dos vueltas. Este hecho ya le pasó al gran Fran, a Pablo, a Barrios, y a muchos otros poleman de la historia de la GpChapa. Contemplar toda la parrilla desde delante, y saber que fallar esa tirada supone irremediablemente ser superado por todos los monochapas, es una presión que pocas veces y pocos pilotos pueden sostener.
Y es que Alberto participaba en este Gran Premio con una grave lesión que le obligó a empezar infiltrado la carrera. La lesión afectaba a uno de los dedos más importantes de la mano derecha, donde Alberto aplica gran parte del apoyo que le permite lanzar la chapa (Ampliar foto). Por todo ello pudo completar una clasificación perfecta, pero en carrera, a lo largo de las curvas, la molestia se hacía más y más insoportable, afectando al rendimiento en tandas largas.
En sólo tres carreras varios pilotos ya se han sacado espinas que arrastraban desde años: La primera victoria, la primera pole, lograr otro primer puesto desde hace muchos años, algún que otro podio…
Este es sin duda uno de los mundiales más bonitos que se recuerdan.
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