Presión, presión y presión

¡Bienvenidos a la carrera más difícil de los últimos tiempos: Bahréin!
Con un trazado diferente, ampliado desde la temporada pasada, el circuito de Bahréin (anteriormente más corto y llamado Shakir) ha sido para los ocho pilotos de GpChapa el Gran Premio más difícil de lo que llevamos de mundial… y desde hacía muchos años.


Para poder entender la dificultad de la carrera sólo necesitamos dos datos: El primero de ellos las palabras de Pablo nada más guardar su monochapa: “Ha sido la peor carrera de mi vida. No recuerdo haber pisado nunca tantas veces la arena del vértice exterior, ni recuerdo haber fallado nunca tiradas tan sencillas. Sólo en los últimos giros a meta he fallado 5 veces. Y a pesar de todo esto, he llegado 4º… me parece un milagro”. Tantos fallos y llegar a meta en el pelotón intermedio sólo es posible cuando todos los pilotos no dejan de fallar y se les atraganta a la vez la carrera.
En segundo lugar la caída en la clasificación de uno de los grandes: Barrios, del primer puesto en Malasia al último en Bahréin, descendiendo 4 puestos en la clasificación general del tirón. “Fotos no, por favor” sólo pudo comentar Barrios al dejar el monochapa.


No es que Pablo corriera mal… es que todos lo hicieron mal. De ahí que quedase cuarto. Fue una carrera de "ver quien es el menos malo”. Sólo tres afortunados, que tampoco puede decirse que se lucieran, lograron el ansiado podio. Quizá sólo Peña dio una lección de saber estar, presionando al límite a Granka, hasta llevarle a fallar una y otra vez y arrebatarle el primer puesto. Porque es que ni siquiera Granka, que vuelve al liderazgo del mundial sin haber jugado una carrera, y que en Australia demostró que puede estar muy por encima de sus competidores, logró terminar la carrera sin una salida de pista tras otra.


¿Era el trazado de Bahréin muy complejo? Se puede decir que sí, que era un trazado muy técnico. Con dos grandes rectas y una zona lenta que podía causar estragos. Así mismo tenía una serie de tres curvas enlazadas que fueron la perdición de muchos pilotos, como Alberto, que salía desde la pole y perdió en esta sección todas sus posibilidades de podio.
Pero no creo que esta sea la explicación. Un poco más difícil que Australia si, más que Malasia, con esas condiciones de pista que hubo, sería discutible. Y es que la dificultad de Bahréin puede ser condicionante, pero no causa directa.


Presión. Esta es para mí la causa directa. Presión. Porque esto ya no es la primera carrera, donde no había nada decidido, donde todo era hermoso, brillaba el sol y volvía la GpChapa. Esto señores, es la lucha encarnizada por un mundial, donde ya se tiene la calculadora en la mano, donde cada punto cuenta, y donde un mal día te puede relegar 4 posiciones del tirón. Este mundial ya no es una broma, los pilotos lo saben, y por eso quieren dar más del 100% de sí mismos. Presión es lo que ha llevado a tantas salidas de pista en Bahréin.


Si cualquiera de los 8 pilotos hubiera hecho tiradas mediocres a lo largo de toda la carrera, tiradas que apenas avanzasen unos palmos, pero sin haber tenido ni un sólo fallo, yo os digo que ese mediocre piloto hubiera ganado la carrera.


Quizá los equipos están llevando al límite sus posibilidades, intentando hacer tiradas supremas para superar a uno o dos rivales. Quizá haya llegado la hora de conservar.
La hora de dejar atrás al pelotón.
La hora de dejar de fallar.